Palo en la TV (Segunda Parte)

... Así que eso, no creo que haya sido por mis problemas sexu..... eh!... ah hoooola Liiiñooos!. Que bueno que llegaron. Estamos aquí reunidos para otra nueva entrega de la entretenidísima saga (de tres capítulos todos mamones):

Palo en la TV
Peripecias por un golpe en la cabeza.
(Si usted no ha leido la entrega anterior, le recomiendo que lo haga, sino simplemente no entenderá un carajo)

... en el capítulo anterior:
Pah!!.. crash!!... bumg... toingg!!... jajaja.... "noooo weooonnn!!! elllooooss nooo tiieeeenneeenn nnnaaaaadddaaaa quuuueeee uuuueeeeeerrr!!!" ....

Bueno. Como habíamos quedado en el capítulo anterior, me subieron a la ambulancia en una silla de ruedas, y con toda la cuática que merece un miembro de la parafernalia nacional (o un buen accidentado) encendieron la baliza y la sirena y me llevaron a la posta central.

Que heavy es viajar en ambulancia. Te sientes como en el "Delorean". Es como que todo lo que está afuera, pasa a velocidades megatrónicas (por no decir lo que siempre digo) y que eres como un pequeño puntito en el universo. Es como una cápsula suspendida en el tiempo /espacio (Novel!!!.... acuerdate de mi!!), un parentesis a lo que pasa hacia afuera, hasta que la velocidad empieza a bajar y un tipo como "pepe cortisona" vestido de blanco, cual panadero, golpea la ventana y abre la puerta y te dice "No te levantes de la silla, no es necesario", haciendote sentir más bosta y cacho que antes.

Ahora entiendo por que siempre dicen "más aburrido que un paco". Ese día, cuando llegaron los detectives a prestar ropa, llegaron después los carabineros. Uno de ellos me acompañó a la posta en la ambulancia para constatar las lesiones y poner una denuncia.
Pesima idea hombre!, pa'la otra, si vas, llévate un gameboy.

El cuento está en que me bajé de la ambulancia con el paco y con mis amigos. De ahí, estuve en la silla de ruedas, mientras me tomaron la presión y escribian una serie de cosas que uno, común y silvestre mortal, no tiene idea. Me preguntaron por las alergias, si tenía alguna enfermedad crónica. Le iba a tirar una talla, pero con la pura carita se me quitaron las ganas.

Finalmente, después de 2 horas más o menos, me hicieron pasar a un box. Si ya se están imaginando a un montón de enfermeros y enfermeras con guantes grandes, listos pa'agarrarse a coscashos, pues no es eso. Entre a una especie de salita pequeña, con una camilla hedionda a penicilina, o a hospital en simples palabras. Y empezaron a ver que demonios tenía en la cabeza. Causan tanta risa esas pruebitas que te hacen. "Me escuchas bien cierto.... y por este OTRO OIDO!!!.... eh... disculpa, es que tengo que gritarte. Cuantos dedos ves?!. Mira, estira la mano, esoo... al frente.... yaaaa... tócate la punta de la nariz y luego estira la mano de nuevo. Muy bien!.... " Te hacen sentir como tan freak!, que te dan ganas de decirle "mira weon, si me pones la macarena, te la bailo caga'o de la risa, con tal de que me dejes tranquilo". Pero es su pega, nada que hacer. Me dijeron: "ya te vamos a ver que tie... ah! no tienes nada...."

Normalmente cuando uno se hace una herida (o al menos eso es mi caso) nunca te dolió. Aparte que con el susto y todas esas cosas, de lo que menos te preocupas en realidad es de eso. A mi no me dolía nada cuando pasó. Ya después cuando me senté y me despreocupé un poco del tema, me empezó a arder la testa un montón, así que puedo decir que ya en la posta, me dolía heavy.

"ya te vamos a ver que tie... ah! no tienes nada....pero si es solo un tajito!. Ya, lo que vamos a hacer, te vamos a limpiar, te vamos a cortar un poco el pelo y luego te vamos a poner unos puntitos..."

... te vamos a limpiar...

No te explico las ganas que tenia de gritar!. Como un barraco wn, te lo juro!. Tu crees que me preguntaban "te duele?, no te preocupes, te pasaré el algodón más suave". Olvídalo. Parecía que limpiaban con lija. Dolor. Mucho dolor.

... te vamos a cortar un poco el pelo...

Un poco. Fue caleta!. Me quedó el medio plone en la cabeza. Todos los que lo vieron, me dijeron que estaba de antología. Un poco... menos mal que fue poco. Si hubiese sido harto, me hubiese quedado con cabeza de rodilla. Con toda la perso.


... y luego te vamos a poner unos puntitos...

Casi me saco el loto weon. 5 Puntos!. Igual ya como el cuero cabelludo a esa hora 'taba dormido, lo único que sentía eran los tirones. Y bueno, una aguja media traviesa que recorría la cabeza como ella sola. Eso no me dolió mucho. Iwal ahora pasa piola. Ahora. Pero casi me hago millonario.

(Toma desde fuera de la habitación. Alejándose. Clima: chispeando, la ventana mojada y yo acostado en la camilla, mirando como la cámara se aleja. Musica: Karma Police. Radiohead)

Acostado. Esperando nada. Los enfermeros y médicos se pasean por todos lados idiotizados y yo mirando hacia afuera, esperando nada. Lo último que me dijeron después de aquella no dolorosa sutura fue: "Esperemos al doctor. El dirá que todo está bien y te podrás ir a casa". Ilusamente dije que me estaban esperando en casa y que tenía que llegar luego.

Nunca pensé que estaría ahí más de lo que tenía presupuestado.

Llegó el doctor. Lo unico que dijo fue un lapidario: "Tu no te vas si no te haces un scanner". No me quedaron muchas opciones.

Eran algo de las 6:30 de la mañana. Con demasiada hambre, cochino y con un chichón en la cabeza del porte del Queen Ann. Llega el pepe cortisona y me dice: "ya mi chiquillo (Con aire paternal... haciendote sentir más bosta que al comienzo) vamos a sacarte una foto por dentro..." Ya, pensé yo... "o sea que estos weones me tienen esperando más de 3 horas, y más encima quieren que sonría!?". Después caí en cuenta que era el scanner. Aparato temido por mi durante años. La hora del enfrentamiento.

Cuando uno es chico, como que le tiene miedo a tonteras medias marcianas. Como a que lo pinchen, al cuarto de herramientas, a la carta de ajuste de la tele, al comercial de calzarte (Gracias Mima). En mi caso, le tenía terror al Scanner. Mi vieja, cuando era chico me dijo que era una como una cámara de fotos gigante. Hasta ahí todo bién, pero el problema empezó cuando me dijo que me tenían que meter adentro. Nunca pudieron meterme a un scanner hasta que me pasó el cuento. Tenían que hacerlo cuando era chico, por que "según el mundo" yo era muy hiperactivo y tenía algo medio raro en la cabeza. El cuento es que me asusté y nunca pude. Al menos no me morí y estoy aquí tratando de hacerlos reir.

Entré a una pieza amarilla. Con olor a rancio. Me asustó demasiado el símbolo de radioactividad que había afuera de la sala. Me intimidó, pero dije: "ya, que demonios, habrá que hacerse uno de estos pa irme a casa". Entraron unos tipos con trajes marcianos. Increibles. Eran como los trajes que ocupa Homero en la planta nuclear, o como esos trajes que se pone el Lindorfo con el entomólogo pa'cachar más de cerca las avispas. Temía. Me dijeron casi con voz de ultratumba y como si estuvieran hablando por "walkie Talkie": "Acuestate en la otra camilla". Me pasé de camilla y vi que había manchado con sangre la sabana de la camilla en la que estaba. Me toqué la cabeza y tenía el chichon del porte de la mitad de un puño promedio (ni de Shaq O'neil, ni de tiranosaurio... termino medio) y me dije "'chas que me pego fuerte este hijo de puta..." Me recosté en la camilla nueva. Y lo ví.

(Musica: Soundtrack 2001. Odisea en el espacio)

Chaaan Chaaaaaan!!!... una máquina gigantesca. Como una rosquilla, pero cuadrada. Inmensa. Imponente. Me sentí un poco más confiado cuando vi el logo de Kodak en una esquina, pero los simbolos de radioactividad por todos lados, me hacian asustar más. Es irónico que todos los que manipulan el famoso Scanner y los que estén dentro de la pieza en gral, estén con trajes "espaciales" y todo eso, y uno que va ahí, que es más susceptible (imagino) a algún tipo de cosa (que también me imagino) no te pongan ningún tipo de traje raro. Ni una mallita, ni una frazada con colores como los del Pathfinder. Nada!. Solo te dicen, quedese tranquilito no más, y te ponen una inyección. Y esperas.

Se acuerdan de las impresoras antiguas?. El scanner comienza a hacer ese mismo ruido. “Tpppffff… tpffff… tactactactactactactac…” y te mueve dentro de la camilla. Ahí es donde me dije “ Ya weon, si te paras y te echas a correr, nadie se va a reir. Te entenderán y te comprenderán. Ahora si te quedas, pasarás como todo un martir. Un valiente. Todo un guerrero”. Así que me levanté, aguerridamente de la cama y salí corriendo.


… Olvídalo. Cerré los ojos (valientemente eso sí) y me dispuse a escuchar esa melodía infernal, una y otra vez… esperando el dolor. Esperando los flashazos de luz, Esperando a que mis huesos fueran triturados y esparcidos por todo el lugar. Esperando e…. “Estas Listo” se escuchó. “Puedes levantarte”. Ahí me invadió la vergüenza, la risa y una sensación de ridiculez que solo puede ser comparada con la caída en público o con que te cague una paloma. Me levante, me acosté en la camilla, y muerto de la risa le dije a Cortisona “Saqueme de aquí”.

... Quieren saber el resultado del scanner?

... Quienen saber que pasó cuando llegó el doctor?

... Quieren saber si realmente "está vivo Maluco"?


... Esto y mucho más en la entrega final de ...



Palo en la TV
Peripecias por un golpe en la cabeza.





Link chistoso del dia de hoy: http://www.cirrusepix.com/epix/animation/skywalkers/film.htm
Los Skywalkers. Una mezcla entre Star Wars y los Simpsons. La ñoñez misma.